El niño que no aprendió a querer

¿Qué es querer? Dale tú una respuesta, si la tienes...

Ese niño creía que querer a una persona sería darlo todo por ella, no estar menos de 86.400 segundos al día pensando en ella. Tener la necesidad de hacerla sentir especial, ya que él se sentiría especial con ella. Defenderla por encima de todo, amarla para siempre.

Querer... ¿Qué es querer? Díselo tú... si lo sabes...

Y mientras ese niño crecía... Seguía con la eterna duda... ¿Qué es querer? Ajeno en su mundo se asomaba al nuestro y no comprendía. "Eso no es querer, se están haciendo daño, no es lo que yo deseo para mí" -sollozaba cada noche desde su ventana-.

Cuéntale qué es querer, si es que hay una forma especial de hacerlo...

Y se hizo adulto... y por más que lo intentaba no sabía cómo querer.

Una tarde se sentó a mi lado y me confesó abrumado, que por más que había intentado querer, a pesar de que ya le dieron la respuesta, no encontraba la forma de hacerlo.

Rompió a llorar y maldijo ese sentimiento.

"¿Por qué piensas así?" -Le dije- "Porque no puedo querer..." -contestó roto-.

"Pero es fácil, sólo has de encontrar a esa persona que te haga sentir especial, sentirás que es ella, no habrá duda" -le aseguré-.

"Entonces no debe existir tal persona, por que no me considero tan especial como para no poder querer a otra" -manifestó derrumbado-.

No supe qué contestar... y marché.

Cada noche lo veo asomado desde su ventana, soñando con querer a esa persona tan especial que le dije que habría para él.
Cada noche derrama una lágrima, cada noche siente que ha perdido un día más sin regalar su amor, cada noche se da cuenta de que sigue siendo un niño... El niño que no aprendió a querer.

Ese niño me dejó un mensaje:

Perdón por no haber sabido querer. Perdón por tantos errores. Perdón por sentirme tán especial. PERDÓN.