domingo, 8 de noviembre de 2009

Crónica de una muerte anunciada



Desafiando lo imposible,
Y cargado de valor,
Pidió cita con su amada,
Justo cuando cesa el sol.

Intuyendo su respuesta,
Y temblándole la voz,
Él le dijo que la amaba,
Que sentía gran pasión...

...Que soñaba con sus besos,
Sus abrazos, su calor,
Deseaba hacer eterno,
Eso dicen que es amor.

Asombrada ella le dijo,
Y colmada de emoción,
Que no estaba receptiva,
Afirmó una negación.

Él ansía su llamada,
Compartir puestas de sol,
Alcanzar enamorarla,
Despertar su excitación.

Más si esto no ocurriera,
Y de hecho, no ocurrió,
A pesar de estar dolido,
Abrumado por su “no”...

...La esperará cada noche,
Como amigo, sin presión,
Presiente que con tiempo,
Ganará su corazón.

Vivió una muerte dolorosa,
Pues verdugo fue su amor...

...Dicen que de amor no se muere...
...Pero esta noche él murió.


No tengáis pena por él...
pues es algo que eligió...

2 comentarios:

Tu libertad acaba donde empieza la mía...

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